Por Martín Cruz, CEO de Keirón
La digitalización del sector salud en Chile representa grandes oportunidades: mejora la calidad de la atención médica; optimiza los procesos clínicos y administrativos; y facilita el acceso a los servicios sanitarios.
A medida que la tecnología avanza, es fundamental que nuestro sistema de salud se adapte e incorpore soluciones que permitan enfrentar los retos actuales y venideros. En este ámbito, las claves para lograr una digitalización exitosa se relacionan, por un lado, con la experiencia de usuario y la minimización de procesos; y, por otro, con la empatía y la comunicación asertiva entre los involucrados.
El primer paso hacia la digitalización del sector salud es una infraestructura tecnológica sólida. Invertir en sistemas de información conectados entre sí, así como en plataformas en la nube seguras y redes de comunicación ágiles, garantiza la conectividad y la accesibilidad de los datos clínicos en tiempo real. Igualmente, aporta certeza y seguridad; además de facilitar el entendimiento y la canalización de los pacientes.
Poder compartir información médica de manera eficiente y segura entre los proveedores de atención sanitaria, hospitales y clínicas, es fundamental para lograr una interoperabilidad entre los diferentes sistemas y plataformas de salud. Asimismo, establecer estándares comunes y protocolos de comunicación permite una integración fluida de los datos y mejora la coordinación del cuidado de los pacientes.
Sumado a lo anterior, la telemedicina y la atención virtual han cobrado gran relevancia, especialmente en el contexto post pandemia. Integrar estas soluciones en el sistema de salud chileno permite ampliar el acceso a la atención médica y reducir las barreras geográficas, mejorando la eficiencia en la prestación de servicios médicos.
De igual manera, la inteligencia artificial y el análisis de datos representan una gran oportunidad para este sector, ya que pueden ofrecer hallazgos valiosos para la toma de decisiones clínicas acertadas y estratégicas, como la predicción de enfermedades y la personalización de tratamientos. Utilizar algoritmos avanzados y aprendizaje automático mejora el diagnóstico temprano, optimiza los tratamientos y reduce los costos.
Sin duda, la seguridad y la privacidad de los datos de salud son aspectos críticos que deben ser prioritarios en cualquier iniciativa de digitalización. Por ello, deben existir medidas robustas de seguridad cibernética, cumplir con las regulaciones de protección de datos y garantizar el consentimiento informado de los pacientes, para así proteger la información médica y mantener la confianza en el sistema de salud digital. Es clave transmitir esta confianza y tener todo tipo de herramientas que resguarden la información, más aún cuando vivimos en una era tecnológica llena de ciberamenazas.
Para lograr lo anterior, es de gran importancia contar con equipo capacitado y actualizado, independientemente si es un centro sanitario público o privado. Cada institución tiene la oportunidad de ofrecer programas de formación y actualización, para asegurar que el personal esté preparado y pueda adaptarse a los cambios tecnológicos. Esto, con el fin de que las nuevas herramientas digitales se utilicen eficazmente.