La tecnología le está cambiando la cara a los usuarios de parking en Chile que, gracias a la automatización, ahorran tiempo y estacionan sus vehículos de manera más segura en modernos recintos.
El Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) ha venido a simplificar múltiples tareas simplifica y automatizar procesos que pueden, incluso, ejecutarse de manera remota. Para ejemplificar, el director de carrera del área de Informática del IP Santo Tomás de sede San Joaquín, Jacob Donoso, destaca el reconocimiento de imágenes. Este avance tecnológico permite -a través de una cámara- fotografiar la patente de un vehículo, enviarla a un servidor en la nube, identificar en la base de datos la placa, para determinar si está permitido o no el ingreso del automóvil al estacionamiento. Así, es posible abrir automáticamente un portón, en fracciones de segundo, evitando la necesidad de que un guardia que realice manualmente la operación.
Asimismo, el académico explica que hoy día se puede automatizar el proceso de encontrar un estacionamiento vacío dentro de un centro comercial, lo que ahorra mucho tiempo a los usuarios, pues no tienen que recorrer piso a piso hasta poder estacionar su auto. “Con el uso de reconocimiento de imágenes para detectar las placas patentes de los automóviles se puede automatizar el cobro de los estacionamientos pagados, optimizar tiempos y espacios físicos e, incluso, cruzar la información con bases de datos para saber si el vehículo que está ingresando a un estacionamiento tiene o no encargo por robo. Todo lo anterior sin la intervención de ningún ser humano en el proceso, una vez que ya está implementado”, señala Donoso.
Según “Iot Analitycs”, el 11% de los estacionamientos son inteligentes en el mundo y se espera que para el 2023 dicha cifra llegue al 16%. El futuro se ve promisorio para los conductores, considerando que se venden unos 1.300 autos al día. El docente de Ingeniería en Transporte de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), Ariel López, comenta que si estacionamos todos los vehículos juntos, uno detrás de otro en la Alameda, ocuparían 6,5 km de calle, lo que equivale a la distancia entre las estaciones de Metro Los Héroes y Tobalaba. “Esto nos permite dimensionar fácilmente la alta demanda de espacio para estacionamiento y circulación”, afirma.
Gestión de espacios
Pero el espacio urbano es limitado, especialmente, el de uso público que -por cierto- presta muchas utilidades a la ciudadanía. “El auto es un transporte privado que debe tener soluciones de estacionamiento en el espacio privado”, dice el profesor Ariel López. En un escenario de creciente demanda, es útil encontrar estacionamientos que informan la cantidad de puestos disponibles, pero, a juicio del docente de la UTEM, aquello es insuficiente sin un sistema de ordenación y gestión de plazas que permita encontrar un estacionamiento vacío.
“Los estacionamientos inteligentes no solo deben avanzar en implementación de sensores que mejoren la gestión, sino también en diseños inteligentes que permitan ocupar el espacio de forma más eficiente y segura. Aplicaciones tipo Airbnb de estacionamientos permitirían disponibilizar espacio privado subutilizado”, comenta López. Asimismo, el especialista de la UTEM, cree que el aumento de ciclistas en los últimos años está llevando al alza la demanda de estacionamientos seguros para bicicletas, un desafío pendiente.
En tanto, los reportes que pueden recibir hoy los concesionarios o administradores de espacios destinados a parking pueden ser muy útiles para la toma de decisiones sobre futuras inversiones con miras a mejorar el servicio al cliente, pero también el retorno.