La Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez lanzó una carrera que combina habilidades tecnológicas, de gestión y liderazgo, aplicadas a las nuevas demandas de la transición energética en Chile y el mundo.
“Chile tiene un enorme potencial de ser líder en la industria energética y necesitamos profesionales que entiendan los aspectos técnicos y la forma de insertarnos en comunidades locales y cuidar el medio ambiente”, dijo el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, al inaugurar la carrera Ingeniería Civil en Energía, programa de formación profesional de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez que debutará en 2021.
Ingeniería Civil en Energía formará profesionales capaces de proponer, aplicar y gestionar soluciones en el sector energético, así como innovar y liderar proyectos para un desarrollo energético sostenible, en el sector público y privado, con una visión social, económica y de protección al medio ambiente. En este sentido, tanto los objetivos de la carrera como su estructura curricular, fueron establecidos a partir de programas académicos similares de prestigiosas universidades de Estados Unidos y Europa.
“Nos interesa hacer investigación de punta y transferir el conocimiento a la sociedad, siempre tratando de innovar. En este sentido, el uso inteligente y la producción sustentable de energía es clave para el desarrollo económico y social, y queremos aplicar inteligencia para generar la sostenibilidad a la que aspiramos, sin sacrificar el bienestar”, comentó Harald Beyer, rector de la UAI.
Por su parte, Carlos Jerez, decano de la Facultad de Ingeniería y Ciencias UAI, se refirió a la necesidad de contribuir a la descarbonización y transitar hacia un desarrollo energético renovable que promueva la cooperación entre la academia, el gobierno, la industria y la sociedad. A»sumimos abordar los Objetivos de Desarrollo Sostenible que abraza la ONU bajo el lema ‘Smart+Sustainable: inteligencia y sustentabilidad’, que se alinea con las áreas de investigación e innovación de nuestra Facultad y permea los programas de formación UAI en sus distintas disciplinas. Esperamos contribuir a la construcción de un mundo sostenible”, afirmó.
En tanto, Trinidad Castro, directora ejecutiva World Energy Council (WEC), junto con celebrar la creación de una de las primeras carreras dedicadas a la energía, hizo hincapié en que Chile se ocupa de su capital humano. «Este hito refleja nuestro compromiso y es una invitación a ser parte de la transición energética y construir un futuro del que seamos parte”, argumentó.
Cerca del 70% de la energía que utiliza el país en transporte, energía eléctrica, hogares e industrias corresponde a combustibles fósiles. Sin embargo, hay avances en la generación limpia. «Tenemos la mejor radiación solar en el norte y los mejores vientos en el sur, lo que nos permitirá generar energía renovable y barata, para reemplazar los combustibles fósiles en otros sectores. Esto nos va a permitir mejorar la calidad de vida y además reducir nuestra huella de carbono, de modo de detener a tiempo el calentamiento global», recordó el ministro de Energía.
Asimismo, Jobet destacó las oportunidades para hacer más competitiva la economía en la minería, por ejemplo, industria que consume bastante energía; en la agricultura, a través del uso de fertilizantes a partir de hidrógeno verde; o en la industria naviera, que necesita dejar una huella de carbono más baja. «El número de oportunidades es infinito. Pasaremos de ser el principal sector causante del problema a ser la solución”, afirmó.
Dafne Crutchik, directora de la carrera Ingeniería Civil en Energía UAI, agregó que la aspiración de este nuevo programa es “responder en la formación de pregrado a un nuevo perfil de profesional para un sector energético que transita hacia el desarrollo sostenible, considerando más allá de los aspectos técnicos y de gestión involucrados en este sector, conocimientos acerca de la legislación y los compromisos del país en materia de hoja de ruta energética”.
La nueva carrera tendrá un importante vínculo con el medio, no solo desde una mirada ética de cuidado medioambiental, sino que también considerará el impacto social de los diversos proyectos energéticos.