El equipo liderado por el doctor en Ciencias de la Ingeniería y académico del departamento de Física de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), Raúl Cordero, expuso un preocupante hallazgo: el extremo norte de la península Antártica está registrando su año más caluroso en tres décadas (desde 1989).
“Las temperaturas en toda la península Antártica han estado durante este año más de 2°C sobre los valores típicos. En el extremo norte de la península antártica, la temperatura máxima promedio ha sido en lo que va corrido del año superior a los cero grados. Esto no había sucedido desde hace 31 años», señala el académico que encabeza la investigación, Raúl Cordero.
Las mediciones de la estación meteorológica, operada por la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) en la Base Frei de la Fuerza Aérea de Chile en isla Rey Jorge, que confirman que el periodo de enero a agosto del 2020 es el tercero más cálido, superado solo por los registros obtenidos en los años 1989 (+0,72°C) y en 1982 (+0.15°C).
Cuatro olas de calor han percibido los científicos desde enero a la fecha, dos en verano, una en otoño y la última entre el 9 y el 11 de julio. Asimismo, hubo 34 días con temperaturas máximas consideradas muy elevadas (respecto al percentil 90, calculado entre los años 1981 y 2010). Esta es la sexta cifra más alta registrada en isla Rey Jorge desde 1970 y es la mayor marca desde 2006 y estos 34 días con altas temperaturas superan a los veinte días que se registraban típicamente en el mismo periodo del año durante la última década.
El 9 de abril se registraron 4,3 ºC, la temperatura más alta para el cuarto mes del año desde 2004, y el 7 de junio se anotó 2,2 ºC, la más elevada para el sexto mes del año desde 2010. El reporte advierte que durante el invierno de este año, las temperaturas se mantuvieron anormalmente cálidas en toda la Península Antártica, anomalías particularmente agudas en el sur-oeste de la península, ya que en dicha zona la temperatura se mantuvo durante el invierno más de 3º C sobre los valores típicos a la fecha.
En junio y julio, toda la península Antártica presentó anomalías cálidas de más de 5 ºC. Este fenómeno evitó que se congelaran las aguas de la bahía Fildes (frente a la Base Escudero del Instituto Antártico Chileno en la isla Rey Jorge), lo que usualmente ocurre a finales de junio o principio de julio. Las altas temperaturas de junio y julio se contraponen con las obtenidas en agosto y principios de septiembre; el octavo mes del año fue el agosto más frío desde 2013 y el 3 de septiembre se registró -16,8 ºC, la temperatura más baja desde 1970.
Más precipitaciones
Las precipitaciones de agua y nieve acumuladas en Isla Rey Jorge hasta inicios de septiembre superaron los 400 mm, cantidad casi 100 mm superior a los valores típicos a la fecha en ese punto. Solo entre junio y agosto de este 2020 se registraron 271 mm, casi tres veces más a las que se registraban en la década de los 70’.
Durante el último invierno también se observaron 24 días con precipitaciones muy intensas (superiores a 1.5 mm), es decir, casi cuatro veces más días que se registraban típicamente en la década de los años 70 en el mismo periodo. “Contrariamente a lo que uno podría pensar, las precipitaciones en la península Antártica están aumentando desde hace varios años. Las precipitaciones en la Isla Rey Jorge durante el invierno 2020 quedaron en el TOP 5 de las más altas registradas desde 1970. Estos aumentos en precipitaciones son anómalos y también se deben al calentamiento global. En general, las alzas en la temperatura superficial del mar favorecen mayores precipitaciones”, afirma el investigador Raúl Cordero.
El panorama en la península Antártica es alarmante, ya que podría indicar que el ritmo de rápido calentamiento observado en la zona a fines del siglo XX, podría retomar su curso. “La península antártica es una de las zonas del mundo que más se calentó durante la segunda mitad del siglo pasado. Hubo una pausa en el calentamiento en esa zona durante las últimas dos décadas, pero quizás los últimos años, y en particular este 2020, podrían indicar que esa pausa en el calentamiento está terminando”, comenta el académico de la Usach.