Tres alumnos de postgrado del Instituto Milenio de Biología Integrativa, desarrollaron una colección de recursos gratuita y de libre acceso, junto a la Universidad de Stanford y la Universidad de Cambridge, con el apoyo de Ginkgo Bioworks y la Fundación BioBricks.
Tamara Matute, Isaac Núñez y Aníbal Arce son las jóvenes promesas de la investigación y el diagnóstico de uno de los virus más agresivos que ha atacado a la humanidad. Los primeros, ingenieros civiles en Biotecnología son parte del Laboratorio de Biología Sintética de la Pontificia Universidad Católica de Chile e Investigadores doctorales del Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio), creen que para desarrollar una colección que facilite el diagnóstico del SARS-CoV-2 el trabajo colaborativo es crucial.
Parte importante de la lucha contra el virus se ha enfocado en desarrollar pruebas más rápidas, económicas y adaptables a los sistemas de salud de cada realidad y, por eso, la intención de la colección ya se encuentra en proceso de validación para ser distribuida ampliamente. En Chile, se han tomado más de 6, 7 millones de exámenes con una positividad de un 9,7%, según el Ministerio de Salud, número que se ve limitado en países más pobres.
La colección o set de componentes genéticos se pueden combinar para ser expresados y producir proteínas mediante distintos métodos, tal como explicó Isaac Núñez, quien comentó que el proyecto con las universidades de Stanford y Cambridge surgió de colaboraciones previas en otras iniciativas de recursos abiertos de biotecnología.
El diseño inicial -que tomó unos tres meses- comenzó en marzo 2020. Enseguida, se necesitaron otros tres para su elaboración física y el resultado será un set de herramientas de libre acceso que permitirá producir las enzimas más útiles para las técnicas de diagnóstico que se usan para detectar el SARS-CoV-2, tales como polimerasas y transcriptasas reversas.
En este momento la validación está en desarrollo, traspasando las fronteras de la investigación tradicional. “Tiene una aplicación amplia, concreta y será de fácil acceso. Me apasiona desarrollar un recurso cuyo acceso no está limitado por patentes, me apasiona ser parte de una comunidad que soporta la colección, y que está enfocada en compartir el conocimiento y el desarrollo de protocolos que reduzcan las barreras para utilizarla”, dijo la investigadora Tamara Matute.
Una primera versión de la colección ya se encuentra desarrollada y ha sido distribuida a laboratorios de distintas partes del mundo para su validación y, por el momento, la distribución en Chile será gestionada y realizada por el iBio de manera gratuita y usando un openMTA, esto es, un acuerdo de transferencia de materiales abierto que fomenta la libre redistribución de los materiales entre personas, instituciones, empresas, ONG, entre otros.
La colección ya ha sido reservada por 16 países y más de 34 laboratorios, entre ellos en Brasil, Chile, Perú, Argentina, Colombia, Costa Rica, México, Camerún, Etiopía, India y Vietnam.